El engrasador se encarga de permitir la entrada de grasa y evitar su salida por medio de una pequeña bola y un muelle que taponan la salida, a la vez que evita la entrada de agentes externos perjudiciales como el polvo, agua, etc.
Una precaución que debe llevarse a cabo antes del engrase es limpiar escrupulosamente la cabeza del engrasador, de manera que se evite bombear las impurezas al interior.
La cantidad de grasa que debe introducirse está especificada normalmente en los cuadros o esquemas de lubricación